Me gusta el calor, el olor a café cuando sale a borbotones por la cafetera y la espuma de leche, explotar burbujas de plástico y los helados, no cualquiera, los italianos. Al igual que la pizza, napolitana, de masa fina y en horno de leña.
Podría decirse que he hecho de todo en la vida: dependienta, camarera, periodista e incluso actriz. "Lo tuyo es el espectáculo", me decía mi madre. Una vez, un amigo observó que, siempre que voy a hacer una fotografía, sonrío. Un gesto completamente involuntario que tan solo admite un significado: felicidad. Eso es lo que siento cuando tengo una cámara en la mano y eso es lo que me ha traído hasta aquí. En ese aprender a observar lo que a veces pasa desapercibido y durante mi trabajo como fotoperiodista me di cuenta de que lo que me emocionaba al estar detrás del objetivo eran los pequeños gestos que hacían de lo cotidiano algo extraordinario. O quizá me percaté antes y la cámara fue apenas un instrumento para atraparlos. Eso es lo que hago, contar historias a través de sus segundos capturados. Y sonrío. Si quieres ver una muestra de mi trabajo como fotoperiodista, puedes hacerlo aquí. |